No es capricho del destino el
que uno venga con un pan de bajo del sobaco y otros con una cuenta en Suiza, o vete tú a saber donde pone la semillita
cada cual. El caso en si no es más que significante, y mira por donde, nadie se
había fijado de la crisis de las Cigüeñas
en las últimas décadas.
Por
referencia del destino, unos nacen antes de su tiempo mientras que otros tienen
la mala suerte de nacer en tiempos oscuros, sin que nadie se lo pida. No cabe
la menor duda que el reparto de los cestos con los bebes más que enchupetados,
es injusto e insolidario.
Mientras
que los Europeos nos quejamos de las Políticas de algunos que venían en cestas equivocadas,
otros simplemente se quejan de hambre, y no es porque ellos lo hayan exigido de
esa forma, simplemente la cigüeña paso y deposito, el resto se lo deja al libre
destino de unos padres más que desesperados, en la busca de alimentos para esos
niños que no entienden, más allá del juego y la felicidad.
Hasta
hace poco mirábamos, más con pena, las imágenes del llamado tercer mundo en
donde un montón de personas desinteresadas dejan su propia faena, para acudir
en auxilio de aquellos niños/as más que desnutridos. Gracias a la colaboración desinteresada
de algunos particulares, se ha podido arreglar que mueran menos niños, pero he
aquí, que con el dinero que gastan en Armamento, Coches Oficiales, Asesores,
Dietas, y una interminable lista de despropósitos para estos chupópteros de
pegar su culo durante ocho años al sillón, tras el engaño previo a la clase
obrera, escuchas, que se podría abolir el hambre en el Mundo.
Tan
mezquinos son unos y otros, que el problema de la cigüeña ha llegado a nuestro
País, y no por decisión del resto de los supervivientes, más bien por el
destino impropio de la vida. Claro, en el sentido figurado de la cigüeña, ni se
les esperaba, ni se les llamo, simplemente y atraves de medios corrucos, se colocaron
en el sitio adecuado con las promesas, de vida, esperanza, techo, trabajo,
etc., y como no, lo que desconocíamos nosotros, es que estos venían con la caña
de pescar en lugar del trozo de pan, por aquello de donde comían ocho, lo hacia
uno más, entendiendo que hoy comen tres y los demás miran.
El
caso significativo no es otro que el pasado Congreso de Cigüeñas, para analizar
los últimos vuelos y destinos, donde los supuestos herederos son depositados
con armonía e ilusión. La presidenta tomo la palabra y expreso al resto... ”En
que nos estamos equivocando”, comenzando por el resto de las asistentes con una
batería de respuestas... “los vuelos son injustos”, “los destinos son incorrectos”,
“esto ha pasado siempre y el hombre no ha aprendido”, y así sin llegar a una
aclaración para el problema. Cuando la desesperación hacia clamor en la
reunión, levanto el ala una de las cigüeñas más jóvenes y expreso… “nosotras no
somos culpables de la ilusión de unos padres, por recibir a sus hijos, es más
probable que nos equivocáramos en dejar a los actuales dirigentes en los sitios
incorrectos. Por lo que propongo por intuición, que todos aquellos vuelos en
que detectemos un fututo listillo con caña de pescar, lo dejemos en una isla
desierta y que se apañe como pueda”.
Las
palabras de esta cigüeña fueron aleadas intensamente, con el correspondiente
suplicio de que había que esperar a que aquella generación de desarmados, inconscientes,
chorizos, sin escrúpulos e inertes al dolor del ser humano, se fueran acabando.
Cruz
Roja, trabaja en España con el código de emergencia ante la pobreza detestada,
los que duermen en la calle, los que pasan hambre, los que pasan la vergüenza de
ponerse en una cola para pedir alimentos, los que se inventan bocadillos imaginarios
y otros tantos más, no tienen la culpa de que la Cigüeña dejara en su momento a
algunos seres despiadados en el portal equivocado.