Cuando uno es pequeño en donde la conciencia no
sabe distinguir el mal del bien, se cumplen los supuestos términos de la
felicidad incauta, sin comprender después de algunos años cumplidos las
injusticias que siguen determinando el iniciado mal del bien.
Yo no nací en Rosell, tuve la oportunidad de
realizarlo en la cama de mi madre asistido por una comadrona con un peso de
unos 6 kilos en la calle Marango.
Mi primera asistencia sanitaria tuvo lugar en la Casa del Socorro, pero pronto
iba a familiarizarme con el Rosell, al darle vueltas y vueltas en los
entrenamientos como Alevin e Infantil del Cartagena.
Los domingos que el Cartagena jugaba en el
Almarjal daba gusto ver el Rosell lleno de gente, además de una impoluta
limpieza de sus instalaciones dirigidas por las hermanas de la Caridad. Allí nada más entrar
al Oll, te encontrabas a la patrona “Santísima Virgen del Rosell”, con un
ambiente familiar de respeto y cortesía.
A lo largo de mi vida y por desgracia, e sido
atendido más de 100 veces en este nuestro hospital, en los servicios de
Urgencias, Traumatología, Oftalmología, Anatomía Patológica, Unidad del Dolor,
Urología, Cirugía, etc., con una atención rápida si era urgente, o más lenta, y
no por problemas con los equipos médicos, más bien por las políticas de algún
que otro partido político, que hacían que las listas de espera se convirtieran en
eternas.
El Rosell a atendido a lo largo de su historia a
millones de pacientes cartageneros, unionenses y de todas las pedanías
colindantes, pero mientras que esto sucedía en Cartagena, Murcia crecía con
Pabellones Infantiles, Hospitales, etc., sin importarle a ningún dirigente
Cartagenero la máxima dignidad sanitaria para su ciudad portuaria, no recuerdo
a ningún alcalde/sa, convocar a la ciudadanía para exigir beneficios de infraestuturas
sanitarias. ¿Qué paso con la idea de la pasarela hacia el Mundial 82, donde se iba
a construir un Materno-Infantil?, nada de nada.
Del Rosell se pueden escribir aciertos y errores,
como de cualquier otro hospital, pero no hemos sido críticos los Cartageneros
ante las circunstancias de su cierre. Se nos considera una Gran Ciudad por la estadística
de población, y no nos damos cuenta del futuro colapso inmediato que va a padecer
Urgencias del Santa Lucia.
En la manifestación del pasado 17 de octubre, según
fuentes policiales asistimos 6.000 personas, por parte de la organización en más
de 12.000, la jugada rondaba por algunos más, y si no, ¿Cómo es posible que una
alcaldesa que no asiste respaldando los intereses de los Cartageneros, al lunes
siguiente se una en un manifiesto con todas las fuerzas políticas de la oposición?,
sencillo, sus ojeadores le explicaron la verdad de lo que vieron, y unas 15.000
personas asistentes más sus familiares son muchos votos, los mismos que le pasaron
factura al Buen José Antonio Alonso, por no asistir a una manifestación de sus
Cartageneros.
Pero aun así, el Presidente de la Comunidad Autónoma
de Murcia como máximo responsable, se mantiene en su cierre, poniendo a un
Gerente para el área II, que explica que es un traslado, no siendo consciente
esta persona del cartel que se va a colocar en breve para algunos ciudadanos de
Cartagena “Persona no grata en Cartagena”, y 15.000 voces son muchas para pasar
a la historia como traidor de una verdadera necesidad Sanitaria para Cartagena.
Poco a poco y echándole la culpa a los
cartageneros, nos lanzaron la excusa de que no asistíamos a Urgencias del
Rosell, una falsedad difícil de digerir para enfermos crónicos que asistíamos y
nos trasladaban a Santa Lucía porque no había Cardiólogo o Traumatólogo de
Guardia, ellos mismos se han ido encargando de matar un hospital pionero y con
vida propia.
El Rosell, una institución para los ciudadanos
ganada a pulso, en donde la vida se paseaba alegremente por maternidad, y la
muerte luchaba contra unos incansables médicos dedicados a mantenerla a ralla,
aunque a veces les ganara la partida, con médicos incansables y de reputado
prestigio, acercándose más al enfermo que a la asquerosa burocracia de tramites
incansables de papeles y papeles.
Lo cerraran por que los intereses son altos,
dejaran a madres y padres de familia en la calle, crearan un colapso en donde
las listas de esperas serán asfixiantes, manipularan con sus mentiras a los
ciegos ciudadanos que no ven la autentica realidad, pero el Rosell a conseguido
algo que se perdió, la unión de enfermos, familiares y sanitarios por una
sanidad digna. Los que mantuvieron la comodidad del silencio, se quejaran en
las salas de espera de Urgencias del Santa Lucia, clamaran por la espera de la
cita con el especialista, y para más engorde, tendrán la poca vergüenza de
echarle la culpa a la plantilla sanitaria, expresando que viven bien, que son
señoritos, que no hacen nada, desconociendo los recortes de sus sueldos, la
falta de personal, etc., pero luego continuaran con los centros de salud, y
cuando se vean con una sanidad para ricos y pobres, se reunirán al lomo de una
barra, en los bancos de un parque, en las partidas de cartas, ó en cualquier
lugar de reunión, para expresar su indignación con las cansinas y deplorables palabras
“esto con franco no pasaba”.
Un enfermo Crónico.
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