Han pasado más de 18 meses desde mi última publicación en este pequeño hueco que suelo utilizar para expresar con respeto y libertad, aquellas cosas que considero importantes en mi formación moral y ética como ser humano. Y no es que haya querido el destino que se parase cualquier publicación, más bien todo lo contrario, este tiempo lo he tenido que utilizar para estudiarme la Ley de Enjuiciamiento Civil con el fin de poder llevar mi propia defensa contra todos los casos y hechos que me están sucediendo con el Instituto Nacional de la Seguridad Social.
Como más de uno sabréis (si me conocéis), mi profesión habitual era la de Jefe de Comedor y Profesor de Formación Profesional Ocupacional, habiendo tenido el orgullo de inaugurar la actual “Escuela de Hostelería de Cartagena” en agosto de 1992, cuando está aún no pertenecía al Ministerio de Educación. Tras algunos años, forme parte de la plantilla de profesores de los cursos de formación ocupacional de la Concejalía de Servicios Sociales del Excmo. Ayuntamiento de Cartagena, llegándose a formalizar contrato fijo como personal laboral en el año 2003.
El destino que es muy juguetón, hizo que ante una negligencia médica se emitiera sentencia a mi favor en el año 2007 por parte del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, siendo publicada dicha noticia en “La Verdad de Cartagena” el 24 de marzo de 2007, exponiendo esta para poneros en situación:
«Llevo
dos años sin poder ponerme un zapato»
Sanidad
deberá indemnizar a un camarero por una cadena de diagnósticos erróneos sobre
una dolencia en un tobillo.
PEDRO CONESA- CARTAGENA- Sábado, 24 marzo 2007, 02:16
«Me levanto todos los días vomitando, sudando y con mareos por lo parches de morfina que desde hace años debo tomar para calmar el intenso dolor de mi pierna derecha. Es el mismo tiempo que llevo sufriendo depresiones». Esa es la situación desesperada que vive José Alberto López Truque, un camarero cartagenero que acudió en 1995 a su centro de salud con un leve dolor en su tobillo derecho, y ahora lleva más de dos años sin poder calzarse un zapato cerrado. Lleva una década de consulta en consulta buscando una solución para sus dolencias pero sigue sin poder andar.
Durante años, López Truque ha recibido diagnósticos equivocados por varios médicos de la Seguridad Social y sus continuos errores le llevaron a denunciar al Servicio Murciano de Salud. Acaba de ganar el juicio, y será indemnizado con 348 euros más todos los gastos médicos ocasionados desde entonces. Unos 13.000 euros, que no le alivian en nada sus dolores.
Todo el día sentado
«No pude aguantar más y me
hice una resonancia. Luego fui a una clínica privada y me diagnosticaron
esquince crónico de ligamento externo del tobillo derecho. Un día después en el
Rosell me dicen que tengo los pies cavos. Es una situación patética: una
resonancia dice que tengo una cosa y los médicos del hospital siguen con el
diagnóstico del médico que me atendió años atrás. Se tapan unos a otros»,
denuncia José Alberto.
Cuatro meses después, en el año 2000, fue operado en un hospital de Madrid, y estuvo varios meses de rehabilitación. Sus intensos dolores no acabaron ahí. Durante estos años, se le ha producido mala circulación en la misma pierna, por lo que tendrá que ser operado en unos meses.
«Me han fastidiado la vida. Querían que me jubilara con 34 años. Además de mi trabajo, hacía cursos en Hostecar y era jefe de sala en el salón de celebraciones El Hidalgo. Lo tuve que dejar y he montado un modesto negocio para dejarles algo a mis hijos en el futuro. Yo estoy en la caja mientas que uno de mis hijos tira para adelante el negocio», explica José Alberto López.
Tras aquella indemnización he sido un buen fichaje para el Instituto Nacional de la Seguridad Social. Desde 2008 hasta el “Infarto Agudo” padecido en mayo de 2011, recogí casi todas las papeletas que se vendía para adquirir enfermedades, siendo premiado con:
· Esofagitis Grado
I
· Hernia de Hiato
· Intervenido de
Colelitiasis (Me quitaron la vesícula)
· Síndrome de Intestino
Irritable.
· Intervenido para
neurolisis del nervio sural derecho, con resultado negativo afectando retorno
venoso del tobillo derecho.
·Síndrome de Sudeck
grado III reagudizado.
·Síndrome Tuner
Carpiano – Descartado para intervención por problemas cardiovasculares.
· Radiculopatia
L5-S1 bilateral severa, siendo informado de “Espondilartrosis + Estenosis de
los Canales radiculares” – Descartado para intervención por alto riesgo del
paciente ante sus problemas cardiovasculares.
·Rotura horizontal
crónica del menisco de rodilla izquierda, con objeto metálico tras infiltración.
·Enfermedad de cinco
vasos, presentando en la actualidad “Cardiopatía Isquémica con Restenosis
Parcial del Sten”.
·Síndrome de Apnea
del sueño en grado “Severo” con varias “Hipoxias” durante el estudio.
·Fracaso Renal
Agudo en estadio 3 – Vascular Mixta, con Hipotrofia del Riñón izquierdo, además
de presentar Hipertrofia prostática de 35 gramos.
· Hipertensión
Arterial.
·Diabetes Mellitus
II
· Hipertensión
Ocular con reducción concéntrica de ambos campos visuales, siendo propuesto
para posible intervención de FACO y TRABECULECTOMIA, con el estudio por parte
del servicio de “Cardiología”.
·Trastorno del
sueño con Mioclonias y parálisis al Despertar.
·Enfermedad de
Peyronie, con obstrucción del tracto urinario inferior, valorándose “Prostatectomia”
para mayo del 2022.
·Derrame Pleural
derecho crónico con Atelectasias redondas en relación con “Asbesto” (Amianto).
·Etc.,
Este es un breve resumen de las patologías que forman parte de vi vida y a mi manera, las voy llevando, aunque este tema para algunos sea un poco irrisorio. En este sentido y volviendo al inicio, en septiembre de 2011 se me concede por parte del INSS “Incapacidad Permanente Total” en base al grupo de cotización 3 y con una “Base Reguladora” de 1.380,24 euros a razón de 14 pagas. Hasta aquí todo funcionaba dentro de la normalidad, hasta que se me cita para revisión de oficio y con las anteriores patologías, acreditando un 75% de discapacidad por parte del IMAS, las 33 pastillitas diarias, el implante electro medular y otros más, me dicen que estoy apto para trabajar…
Como cualquier otro ciudadano de a pie y siguiendo el proceso administrativo, me dejo llevar por los entendidos en la materia, en este caso una abogada que tenía el caso más claro que el agua, a la que le insistí en varias ocasiones y antes del juicio, el error que había apreciado en base a mi vida laboral (corregido e fecha de 30-11-2021 gracias a la intervención del Defensor del Pueblo). Sorpresa, juicio perdido por un supuesto informe del servicio de urgencias en el que se expone que el paciente está estable. La abogada muy segura de ella misma, continúa el recurso en la misma línea, obteniendo el consiguiente recurso “Desestimado”.
Solución, tras mayo del 2012, fecha en la que se me retiro la pensión y habiendo pasado por tres juicios en los que uno no puede decir ni mu, quién mejor que el propio perjudicado para defenderse y así poder esclarecer en “Sede Judicial” la manipulación de la documental por parte del INSS (existe documental).
Pero a lo largo de estos ocho años de batalla contra las enfermedades y contra el propio Estado que ha de defenderme y verla por mis derechos, me he ido encontrando chinas en el camino, como; retirarme la prestación por hijo menor al no presentar el DNI de este cuando cumplió 14 años (se presentó antes de los 14 años), restableciéndola con la correspondiente carta de disculpas, no aprobarme el I.M.V. exponiendo que mi hijo de 15 años y en 3 de la ESO y mi cuidadora (esposa) trabajan y superan los ingresos (aprobación tras la intervención del Defensor del Pueblo), siendo aprobada en abril del 2021 con efectos del 01/06/2020 y un largo etc., de problemas y cartas pidiéndome disculpas tras el daño realizado.
Aunque sigo teniendo la esperanza puesta en la “Justicia”, dentro de este caos, el miércoles día 29 de este mes y año que se marcha, recibí una llamada de un funcionario de la Tesorería General de la Seguridad Social, el cual se preocupó ante una de las tantas quejas interpuestas, facilitándome un correo para que le mandase la documental obrante en mi poder. Tras mandarla, no tardo más de cinco minutos en responderme que había recibido esta y que se ponía a trabajar sobre ella, lo que me lleno de satisfacción al encontrar a un servidor público dispuesto a colaborar con los auténticos problemas que los ciudadanos padecemos, ante los errores cometidos por las Administraciones Publicas.
En este sentido, puedo decir que comienzo el año 2022 con la esperanza puesta en que sea el año que da fin a esta batalla más que agotadora contra un sistema que trata a las personas como números, pensando que he se ha cruzado en mi camino un buen servidor público. Gracias Víctor.
Entendiendo que es un caso interesante del cual se han aportado más de 484 documentos probatorios en sede judicial, espero poder especificar mejor el caso a lo largo de estos primeros meses del 2022.
Esperando que el año 2022
sea un año lleno de “Salud” y “Esperanza”, os deseo un Feliz Año 2022.
