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miércoles, 25 de junio de 2014

La crisis de las Cigüeñas.

       No es capricho del destino el que uno venga con un pan de bajo del sobaco y otros con una cuenta en Suiza,  o vete tú a saber donde pone la semillita cada cual. El caso en si no es más que significante, y mira por donde, nadie se había fijado de la crisis de las Cigüeñas  en las últimas décadas.

    Por referencia del destino, unos nacen antes de su tiempo mientras que otros tienen la mala suerte de nacer en tiempos oscuros, sin que nadie se lo pida. No cabe la menor duda que el reparto de los cestos con los bebes más que enchupetados, es injusto e insolidario.
   
   Mientras que los Europeos nos quejamos de las Políticas de algunos que venían en cestas equivocadas, otros simplemente se quejan de hambre, y no es porque ellos lo hayan exigido de esa forma, simplemente la cigüeña paso y deposito, el resto se lo deja al libre destino de unos padres más que desesperados, en la busca de alimentos para esos niños que no entienden, más allá del juego y la felicidad.


    Hasta hace poco mirábamos, más con pena, las imágenes del llamado tercer mundo en donde un montón de personas desinteresadas dejan su propia faena, para acudir en auxilio de aquellos niños/as más que desnutridos. Gracias a la colaboración desinteresada de algunos particulares, se ha podido arreglar que mueran menos niños, pero he aquí, que con el dinero que gastan en Armamento, Coches Oficiales, Asesores, Dietas, y una interminable lista de despropósitos para estos chupópteros de pegar su culo durante ocho años al sillón, tras el engaño previo a la clase obrera, escuchas, que se podría abolir el hambre en el Mundo.

        Tan mezquinos son unos y otros, que el problema de la cigüeña ha llegado a nuestro País, y no por decisión del resto de los supervivientes, más bien por el destino impropio de la vida. Claro, en el sentido figurado de la cigüeña, ni se les esperaba, ni se les llamo, simplemente y atraves de medios corrucos, se colocaron en el sitio adecuado con las promesas, de vida, esperanza, techo, trabajo, etc., y como no, lo que desconocíamos nosotros, es que estos venían con la caña de pescar en lugar del trozo de pan, por aquello de donde comían ocho, lo hacia uno más, entendiendo que hoy comen tres y los demás miran.
            El caso significativo no es otro que el pasado Congreso de Cigüeñas, para analizar los últimos vuelos y destinos, donde los supuestos herederos son depositados con armonía e ilusión. La presidenta tomo la palabra y expreso al resto... ”En que nos estamos equivocando”, comenzando por el resto de las asistentes con una batería de respuestas... “los vuelos son injustos”, “los destinos son incorrectos”, “esto ha pasado siempre y el hombre no ha aprendido”, y así sin llegar a una aclaración para el problema. Cuando la desesperación hacia clamor en la reunión, levanto el ala una de las cigüeñas más jóvenes y expreso… “nosotras no somos culpables de la ilusión de unos padres, por recibir a sus hijos, es más probable que nos equivocáramos en dejar a los actuales dirigentes en los sitios incorrectos. Por lo que propongo por intuición, que todos aquellos vuelos en que detectemos un fututo listillo con caña de pescar, lo dejemos en una isla desierta y que se apañe como pueda”.

    Las palabras de esta cigüeña fueron aleadas intensamente, con el correspondiente suplicio de que había que esperar a que aquella generación de desarmados, inconscientes, chorizos, sin escrúpulos e inertes al dolor del ser humano, se fueran acabando.


      Cruz Roja, trabaja en España con el código de emergencia ante la pobreza detestada, los que duermen en la calle, los que pasan hambre, los que pasan la vergüenza de ponerse en una cola para pedir alimentos, los que se inventan bocadillos imaginarios y otros tantos más, no tienen la culpa de que la Cigüeña dejara en su momento a algunos seres despiadados en el portal equivocado.

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